México se ha convertido en un hub tecnológico clave, impulsado por la educación, inversión y apoyo gubernamental, transformando la economía. El avance tecnológico estimula el empleo, competitividad y el emprendimiento, mejorando la infraestructura y conectividad, fomentando la inclusión digital y fortaleciendo relaciones comerciales internacionales, con desafíos en regulación y privacidad.